¡Una rosa eterna, como el amor eterno a mi MADRE!
La rosa eterna es como el amor a mi Madre, duradero.
“¡Una rosa eterna, mamá!” Tan fácil. Tan inocente. Tan certero. Así de fácil se tornaba el simple gesto con el que un pequeño retaco (que apenas levantaba dos palmos del suelo) derretía el corazón de su mami. El hecho de regalar rosas eternas o preservadas. Así de sencillo. Así de demoledor. Así de puro. Así de instintivo. Y es precisamente ese recuerdo pueril anidado en nuestro subconsciente la semilla de una tradición cultural que se remonta a quién sabe cuándo.
Regalar flores en mayo es una tradición
Tradición. El mes de las flores. De regalar flores. De enviar flores. Ensalzamos el esplendor con el que la madre naturaleza nos provee en este período mágico. Y nos aprovechamos de esta gran madre para alegrar el corazón de cada una de las nuestras. Lo mejor es hacer perdurar en el tiempo ese sentimiento con las rosas preservadas.
El tiempo avanza. ¿Y una rosa se marchita? Su recuerdo, JAMÁS. Gracias a Roses to love este tiempo perdura, con su gran variedad de rosas preservadas. El tiempo me ha dado la perspectiva, y el inexorable avance de las manecillas del reloj me seguirá proveyendo de lecciones vitales que a veces llamo recuerdos. Este es muy concreto. Y demoledor para mí. Con unos 10 años recuerdo en el cole tener que construir una rosa color rosa con trocitos de cartulina.
Otra actividad liviana con la que la profe desgastaba la energía de sus diablillos. Recuerdo no esforzarme especialmente. Recuerdo el resultado exacto (de los peores de la clase). Y recuerdo nítidamente las lágrimas de emoción que generaron los preciosos ojos ámbar de mi mamá. Escapaba a mi entendimiento, pero esa rosa ejerció el poder de mil soles y derritió a mi querida mamá. Se marcó a fuego en mi alma. El simple hecho de regalar una rosa.
Y eso lo hizo Tradición. Cada año desde entonces, mi madre sigue derritiéndose con un ramo de rosas (quizá algo más pulcro) en sus manos. Y yo me derrito al abrazarla y comprobar que esas dichosas rosas significan un recuerdo de lo que fue, un hecho de lo que es, un presagio de lo que será.
Nuestra rosa eterna tiene un aroma único
Y ocasionalmente emerge el perfume eterno de esas rosas color rosa y se filtra por mis sentidos sin yo siquiera esperarlo. Encuentro al abrir en un cajón una rosa cuidadosamente secada que yo te regalé, mamá, hace ya más años de los que quiero recordar… Roses to love me ofrece una rosa inmortal, una rosa eterna, para que este momento sea más especial y perdure en el tiempo.
¿Por qué será? ¿Quizá el paralelismo? ¿Acaso no se mecen las rosas al son del viento igual que un recién nacido en los brazos de su madre? No lo sé con exactitud. Y no requiero de precisión quirúrgica porque este sentimiento es más grande que una definición concreta. Solo sé que esas rosas preservadas son imponentes. Son maravillosas copas de néctar que se punzan en tu corazón para que aflore la ternura más especial. Son pequeños recuerdos, deslumbrantes flashes que se anclan en tu memoria irremediablemente. Son… ROSAS.
Sencillo es el modo de recordar a tu madre que la recuerdas. Como desde el primer día. Esas rosas están ahí con ella porque tú estás ahí con ella. Y esas rosas eternas hacen que estés con ella cada segundo que no estás. Son presencia con su tacto terciopelado. Son perfume con su aroma floral. Son acto de amor. Son recuerdo que perdura en el tiempo. Son ROSAS.
Por circunstancias de la vida la distancia nos separa, pero en la tienda on-line de rosas preservados se encargan que esto no sea impedimento para que mi gentil madre reciba su rosa color rosa, su regalo perfecto para este día y siempre con una dedicatoria especial.